12 de febrero del 2025
Columna de Opinión de Alba Lucía García.
El crecimiento de una ciudad no es un capricho, es una realidad. Y esa realidad exige planificación, visión y acción. En Ibagué, el desarrollo económico depende de muchos factores, lo digo por mi experiencia liderando dicha Secretaria, con un vínculo fuerte en la cartera de planeación que tiene a su cargo los instrumentos para guiar la transformación, dentro de los que está no solo el Plan de Desarrollo, también el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Desde hace años, el POT de Ibagué se ha convertido en un freno que impide la llegada de nuevas empresas, el desarrollo de vivienda y la modernización de nuestra infraestructura. No se trata solo de actualizarlo con pequeños ajustes como se hizo en el 2014, sino de entender que la ciudad es un ente vivo, que crece y cambia. La Secretaría de Planeación no puede limitarse a interpretar lo que ya está escrito; tiene la responsabilidad de liderar la construcción de un nuevo marco jurídico que esté a la altura de las necesidades y de las oportunidades que tenemos.
Los inversionistas buscan reglas claras, agilidad en los trámites y un entorno propicio para generar empleo. Si Ibagué sigue con un POT desfasado, las empresas seguirán eligiendo otras ciudades con mayor seguridad jurídica y mejores condiciones para operar. Y con ellas, se irán los empleos, la competitividad y el crecimiento que tanto necesita nuestra región.
La discusión sobre el POT no debe cerrarse a algo técnico que solo le importe a los urbanistas o a los constructores. Nos afecta a todos. Confío en que la Alcaldía y el Concejo asuman su papel con compromiso y arranquen la tarea de actualizarlo pensando en el bienestar de todos y con una visión de ciudad moderna, sostenible y competitiva, como quedo plasmado en la política pública de desarrollo económico que construimos en equipo en el 2022.
Ibagué no puede seguir perdiendo el tren del desarrollo por falta de planeación. Respetada alcaldesa, es momento de actuar y crear un POT que proyecte a la ciudad hacia el futuro, en lugar de mantenerla atrapada en el pasado.