Además, las iglesias también tendrían un control del sonido.
La Secretaría de Gobierno, liderada por Edward Amaya, ha intensificado los esfuerzos para controlar el ruido excesivo en la ciudad, afectando tanto a locales comerciales como a iglesias. En lo que va del 2024, se han llevado a cabo más de 160 operativos en respuesta a denuncias ciudadanas sobre el abuso de decibeles por parte de algunos establecimientos, superando los límites permitidos.
“Estamos trabajando en dos frentes: el primero es la concientización de los comerciantes, explicándoles la problemática que generan al exceder los niveles de ruido permitidos. Les pedimos que insonoricen sus locales y orienten los bafles hacia adentro. Si estas medidas no son suficientes, procedemos con cierres temporales”, explicó Amaya a Tolima en Grande.
Las autoridades instan a los comerciantes y pastores de iglesias a cumplir con las normativas, advirtiendo que la reincidencia podría llevar al cierre definitivo de sus establecimientos.
El secretario de Gobierno también destacó el incremento de personal dedicado a estas labores de control, subrayando que el problema es generalizado y que la ciudadanía ya está notando los resultados de estas acciones.
Desde la Alcaldía de Ibagué se espera que los establecimientos comerciales e iglesias comiencen a hacer un uso responsable del sonido, evitando así la contaminación auditiva y preservando la tranquilidad de los residentes.